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Ilustración: Marcos Kazuo

¿Revolución permanente o socialismo en un solo país?
— Nikolái Aleksandr Weinbinder —

¿Por qué no es posible la edificación socialista en un solo país? ¿Qué consecuencias trajo la burocratización de la URSS? ¿Cúales eran las diferencias entre Lenin y Trotsky?. Estas son algunas de las interrogantes que aparecen durante el estudio de la teoría de la revolución permanente y que ahondaremos en la presente nota.

Entre las primeras menciones a la revolución permanente aparecen los textos de Marx y Engels después de la revoluciones de 1848. Se referían a una caracterización política de la burguesía liberal que, temerosa ante la posibilidad de un levantamiento obrero, se había unido a la burocracia y a la monarquía traicionando la causa de la "democracia". La enseñanza que se desprendía de esto era que el proletariado debía adquirir una plena autonomía política, especialmente respecto de la pequeño-burguesía.

Mientras que los pequeño burgueses democráticos quieren poner fin a la revolución lo más rápidamente que se pueda (…) nuestros intereses y nuestras tareas consisten en hacer la revolución permanente hasta poner fin a la dominación de las clases más o menos poderosas, hasta que el proletariado conquiste el poder del Estado, hasta que la asociación de los proletarios se desarrolle, no solo en un país, sino en todos los países dominantes del mundo (…) Para nosotros no se trata de reformar la propiedad privada, sino de abolirla; no se trata de paliar los antagonismos de clase, sino de abolir las clases, no se trata de mejorar la sociedad existente, sino de establecer una nueva.Marx

En la obra de Marx encontramos un explícito internacionalismo que los revisionistas parecen haber incomprendido, o reducido a la mecánica repetición de frases como “los proletarios no tienen patria”. Valdrá entonces la cita anterior para recordar que el comunismo es un sistema mundial que no fue pensado para adaptarse a un solo país. Y que ese tipo de tergiversaciones nacionalistas representan una ruptura con la tradición del internacionalismo marxista, conduciendo históricamente al fracaso de la lucha obrera por pretender una inviable edificación socialista por encima de la economía mundial.

Las economías nacionales, con sus particularidades geográficas y culturales, no pueden ser consideradas como una suma de partes que conforman la economía mundial. Sino que, por el contrario, la economía mundial se manifiesta como una potente realidad con vida propia que impera sobre los mercados nacionales.

Alexander Parvus ejerció gran influencia sobre Trotsky en la elaboración de la teoría de la revolución permanente, con aportes en lo que refiere a la noción de totalidad y en lo que hace a la metodología para el análisis del capitalismo como sistema mundial que opera por encima de las esferas nacionales. Concepción en la que el todo es mayor que la parte, y la parte solo puede vencer junto con el todo.

La teoría de la revolución permanente se encuentra en franca oposición con la “teoría” del socialismo en un solo país formulada por Stalin en 1924. El objetivo de Trotsky era liberar a la economía de las cadenas de la propiedad privada y del estado nacional, y organizarla de manera planificada en toda la superficie del globo.

Trotsky aplicó en Rusia la ley de desarrollo desigual capitalista, signada por la falta de uniformidad en el proceso histórico, lo que le posibilitó predecir la Revolución de Octubre y la toma del poder por parte del proletariado en los países atrasados, antes que en los países más desarrollados de Europa.

Mediante una coalición de obreros y campesinos, se realizó la revolución democrática bajo la forma de dictadura del proletariado, en el primer período que siguió a Octubre. Esto le valió a Trotsky acusaciones de confundir la etapa democrática con la socialista. En su defensa desarrolló una fuerte crítica al etapismo con un análisis en el cual concluye que la historia se encargó de combinar el contenido de la revolución burguesa con la primera etapa de la revolución proletaria.

El estalinismo, esa vulgaridad ideológica concentrada, digna criatura de la reacción dentro del Partido, ha creado una especie de culto del movimiento por etapas como envoltura del “seguidismo” y de la pusilanimidad. Tales o cuales etapas del proceso histórico pueden resultar inevitables aunque teóricamente no lo sean. Y a la inversa: etapas teóricamente “inevitables” pueden verse reducidas a cero por la dinámica del desarrollo, sobre todo durante la revolución, pues no en vano se ha dicho que las revoluciones son las locomotoras de la historia.Trotsky

Pero fue Riazanov quien se anticipó a emprender el cuestionamiento a las concepciones etapistas, viendo en Rusia la posibilidad de romper con los parámetros normales de ese “evolucionismo” de etapas. Esta perspectiva se vinculaba con el análisis del imperialismo, fase superior del capitalismo, que tenía por característica la exportación de capitales dando origen a un proletariado revolucionario en Rusia que, al mismo tiempo, convivía con una burguesía débil e impotente para derrocar al zarismo por si misma.

Stalin malverso la ley de desarrollo desigual para justificar un aventurerismo nacionalista mesiánico, que por el prestigio que conservaba la URSS desembocó también en la burocratización de la Internacional Comunista. La IC terminó por boicotear la estrategia revolucionaria internacional y dividió a los países entre aquellos que supuestamente podrían lograr una edificación independiente del socialismo, y los que no.

Las complicaciones sufridas por el aislamiento no tardaron en demostrar que dicha ley no solo no derogaba la economía mundial, sino que estaba supeditada a ella. Evidenciando que hay una relación de interdependencia entre los países por la división mundial del trabajo y por las fuerzas productivas que indefectiblemente rebasan las fronteras nacionales.

Hubo un cerco internacional contrarrevolucionario al estado soviético que aisló totalmente a la revolución rusa del resto de Europa. No pudo ejercer su influencia organizativa y teórica sobre el curso de la lucha de clases en Alemania, Austria, Hungría e Italia porque para cuando la revolución bolchevique se vio relativamente liberada de la intervención imperialista esos países ya habían sido duramente golpeados por la fuerza objetivamente superior del capitalismo en Europa central y occidental.

El desequilibrio de las fuerzas productivas y los tirones de la economía mundial solo hubieran podido armonizarse en el terreno internacional. Pero la revolución, fenómeno superestructural, no ocurre simultáneamente en todos los países. A partir de 1920 ya no se podía esperar ninguna ayuda de los países más desarrollados y la URSS quedaba separada y aislada mientras ocurría la estabilización capitalista en Europa.

La tentativa estéril de construir a paso de tortuga un programa económico de sociedad socialista en un solo país sobre la base de la miseria y rodeado de poderosos enemigos se mostró finalmene insostenible y resultó una clara oposición al internacionalismo marxista, negando el carácter permanente de la revolución internacional.

El internacionalismo no es un principio abstracto, sino únicamente un reflejo teórico y político del carácter mundial de la economía, del desarrollo mundial de las fuerzas productivas y del alcance mundial de la lucha de clases. La revolución socialista empieza dentro de las fronteras nacionales; pero no puede contenerse en ellas. La contención de la revolución proletaria dentro de un territorio nacional no puede ser más que un régimen transitorio, aunque sea prolongado, como lo demuestra la experiencia de la Unión Soviética (…) La revolución internacional representa de suyo, pese a todos los reflujos temporales, un proceso permanente.Trotsky

Esta claro que la revolución debe comenzar en alguna parte, pero un país es solo un eslabón en la cadena internacional. El proletariado debe dirigir y apoyarse en la fuerza de los campesinos, y con el poder revolucionario del partido utilizar su hegemonía para romper las barreras nacionales de la revolución y así convertirse en el prólogo de la transformación mundial.

Resulta imprescindible el triunfo del proletariado en un grupo importante de los países más avanzados o de lo contrario tarde o temprano perecerán uno a uno los estados obreros transicionales dando por resultado la restauración capitalista tal como ocurrió en la URSS.

En cambio, para los estalinistas, fieles seguidores de la teoría del socialismo en un solo país, la revolución internacional sería poco más que un contexto favorable pero prescindible, en tanto que sus objetivos últimos son la construcción de un socialismo aislado en el marco de las fronteras nacionales. Stalin creía que las riquezas naturales del país iban a permitir que la URSS construya el socialismo dentro de sus fronteras geográficas.

El aparato político de Stalin suprimió activamente las practicas revolucionarias de masas en la misma Rusia, y las desalentó o las saboteo de manera creciente fuera de la Unión Soviética. La consolidación de un estrato burocrático privilegiado, por encima de la clase obrera, quedo asegurada por un régimen policial de creciente ferocidad.Anderson

Para abrirle paso a la teoría nacionalista, y por ende, contraria al marxismo. Se realizaron furibundos ataques a la figura de León Trotsky y a su teoría de la revolución permanente, que había sido ya esbozada en Resultados y Perspectivas de 1905. Y también se ocultaron las posiciones de Lenin en sus últimos escritos antes de morir.

Una de las más ignominiosas tácticas para lograrlo fue intentar presentar como antagónicas las ideas de Lenin y Trotsky. Para esto sus epígonos se valieron de antiguas discusiones en tiempos en los que el joven Trotsky idealizaba las tendencias centristas buscando la conciliación entre mencheviques y bolcheviques.

Por aquel entonces los mencheviques postulaban que la dirección de la revolución burguesa debía estar en manos de la burguesía. En cambio, Lenin y los bolcheviques entendían que la revolución democrático-burguesa debía ser llevada a cabo por una unión de la clase obrera y campesinado, contra la burguesía y el zarismo.

Lenin me atacaba implacablemente (y con toda razón), no a causa de la revolución permanente, sobre la cual se limitaba a hacer algunas objeciones episódicas, sino de mi tendencia a la conciliación con los mencheviques, en cuya evolución a izquierda yo confiaba.Trotsky

Tiempo después reconocerá que esa tendencia conciliadora es lo que lo separaba del bolchevismo. Aprendida la lección, y reconociendo con su propia pluma de que es inadmisible pintar con bellos colores el centrismo cuando zigzaguea hacia la izquierda, pasará a ser considerado por Lenin como el mejor de los bolcheviques.

Otra de las discusiones que se dan con frecuencia en los ataques a su teoría son las diferencias sobre el grado de independencia del campesinado, al cual Trotsky le atribuía una indiscutible importancia en el proceso revolucionario pero subrayando invariablemente el papel directivo del proletariado.

Las diferencias entre Trotsky y Lenin no referían a la posibilidad de saltar la etapa democrático-burguesa ni tampoco sobre la alianza entre obreros y campesinos, sino a la contraposición de consignas entre “la dictadura del proletariado, apoyada en los campesinos” y “la dictadura democrática del proletariado y los campesinos”. Es decir, sobre cómo se daría la colaboración entre obreros y campesinos durante la revolución.

Posiblemente sea la gran cantidad de coincidencias que ambos tenían respecto a las cuestiones más fundamentales lo que causó mayor preocupación al estalinismo, que para tratar de esconder su burocratización y viraje centrista se apropió mediante falsificaciones de la figura de Lenin luego de su muerte, demonizando y persiguiendo a Trotsky como si se tratase de su eterno rival.

El pensamiento político leninista, apenas se había difundido fuera de Rusia cuando fue esterilizado por la estalinización de la III internacional, que subordinó progresivamente la política de sus partidos constituyentes a los objetivos de la política exterior de la URSS.Anderson

Para Lenin, al igual que para Trotsky, era claro que sin el apoyo de la revolución mundial la victoria de la revolución proletaria en Rusia era imposible por las contradicciones irreconciliables entre el Estado obrero y el mundo burgués. Coincidían plenamente en que la mayor dificultad de la Revolución rusa residía en la necesidad de provocar la revolución mundial, única garantía contra la restauración del capitalismo.

Las dos miradas antagónicas que se excluyen recíprocamente serán entonces: la teoría internacional revolucionaria de la revolución permanente y la teoría nacional reformista del socialismo en un solo país.








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